Cesión de uso
La cesión de uso es una forma de acceso a la vivienda que no es una compra ni un alquiler. En el modelo de vivienda cooperativa en cesión de uso, la cooperativa es la propietaria de las viviendas y adjudica y cede su uso, de manera indefinida, a las personas socias de la cooperativa, que no serán ni inquilinas, ni propietarias sino usuarias de la vivienda.
Este modelo imposibilita la especulación ya que las personas socias no pueden vender ni alquilar las viviendas. Y además, se contribuye a crear en la ciudad un parque de vivienda asequible a largo plazo.
Este modelo da estabilidad en la vivienda, permitiendo desarrollar un proyecto de vida a largo plazo trenzado con la comunidad.
No somos la primera cooperativa...
Hace más de 40 años que este modelo está funcionando en otros lugares, como en la ciudad de Quebec en Canadá (Coopératives d’habitation locative), en Dinamarca (el modelo Andel), en Uruguay (la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua, FUCVAM) o en Suiza (Coopératives de construction et d’habitation).
La persona socia de la cooperativa adquiere el derecho de uso mediante el pago de una aportación inicial (retornable en el caso de baja) y unas cuotas mensuales, asimilables a un alquiler.
Estas cuotas dependen de los costes de adquisición, mantenimiento y funcionamiento de la vivienda cooperativa, y no de la situación del mercado inmobiliario. El derecho de uso de la vivienda puede ser indefinido en el tiempo y heredado.
En definitiva, este modelo da estabilidad en la vivienda, permitiendo desarrollar un proyecto de vida a largo plazo trenzado con la comunidad. Poniendo el foco en el derecho a habitar un espacio y no en la propiedad de un bien de inversión.